Escucha

Es absolutamente necesario hacer referencia al miércoles pasado.
Se hacía la "Gala del Inefto" en Inef (cualquiera de Inef sobre el escenario haciendo "lo que sabe hacer",...¡cosas que sólo ocurren en esta facultad!), y CORPS actuaba: "...y tú, ¿quién eres?" y " Tsunami".
Después de muchos ensayos con poca gente, confusiones de horarios, yo voy aquí,...no, ahí, ...el brazo va aquí,...no, ahí,... algo de inquietud por el resultado y muchos nervios, llegó el momento.
Hicimos nuestras "sillas", Angi y Paula no estaban en su mejor momento, sin embargo yo las sentí cercanas, disfruté bailando con ellas...disfruté del escenario y me sentí muy segura, quizá porque lo estaba compartiendo con ellas, en Inef, esa pieza que ya se había metido tanto dentro de nosotras; como después nos dijo Javi Coteron, y yo también lo sentí así, ...una pieza mucho más madura.
Pero lo mejor estaba por llegar...se hizo oscuro y comenzamos a colocarnos en el foco, comenzaba "Tsunami". La primera parte sin fallo y con mucha energía sobre el escenario, de repente, cuando la música cambia radicalmente y se hace el silencio todos empezamos a notar que éste se algarbaba más de lo normal...¿qué ocurre?...la música...¿paramos? ¡¡IMPOSIBLE!!
La magia y la confusión inundaron el escenario, el silencio y el desconcierto, las miradas, la escucha...
Ni siquiera hizo falta mirarnos para indicar nada, simplemente nos escuchamos. Alrededor de Ali seguimos con la coreografía, tal y como era, sin música. Algunas miradas las dirigíamos a Eva, para ver si desde fuera podía comunicarse con nosotros para saber qué ocurría,...pero estaba casi más desconcertada que nosotros.
Continuábamos, y el silencio focalizaba la atención del público en cada movimiento que hacíamos. Ali gritó, comenzó a gemir, y llorar y todos reaccionamos con "IRA", cada uno en su papel haciendo de la pieza una improvisación estructurada, confirmando que la creación colectiva es parte de nosotros y que Corps es un reflejo de que lo "profesional" no tiene porqué estár reñido con la diversión y el placer e implicar lucro.
La música empezó a sonar, Ali gritó de nuevo, y todos supimos reaccionar con ella y el resto de la pieza salió como tenía que salir...perfecto.

Al acabar no nos podíamos creer lo que había pasado, la magia nos inundó nos escuchamos como nunca lo habíamos hecho. Es difícil describir cómo nos sentíamos todos.
Ahora podemos decir de verdad que lo que hemos aprendido ha servido para hacer cosas tan maravillosas como lo que pasó el miércoles sobre el escenario del auditorio.

Gracias a todos por haber estado, y por haber continuado.